Sabemos que hay días, incluso semanas en las que todo parece estar oscuro y no logramos ver la luz al final del túnel. Ya sea por situaciones laborales o personales, hoy queremos darte estos pequeños tips para sobrellevar el estrés o la tristeza en esos momentos.

¿Mal de amores? sigue estos consejos si tu tristeza es por una relación que terminó

Una frase muy popular del libro ‘Cielo para tus alas’ es que “Una mente ocupada no extraña a nadie”, aunque algunos autores y guías espirituales recomiendan hacerle fente al dolor, a veces no nos sentimos capaces de hacerlo. Por eso, uno de los consejos que compartimos para lidiar con el corazón roto y la tristeza, es mantener la mente ocupada, de pronto este es el momento para retomar ese proyecto que dejaste pendiente, o retomar clases o cursos que hayas dejado de lado, eso sí no se trata de empezar 20 actividades que puedas abandonar en menos de una mes, concéntrate en una o dos pero dedícale tu esfuerzo, concentración y corazón.

Cuando se produce una ruptura o separación de pareja, el dolor es intenso se siente en el cuerpo, alma y corazón. Todo lo que nos recuerda a la ruptura nos hace sufrir. Aprender a transformar este sufrimiento, intensísimo, en un dolor que podamos aceptar, manejar y con el que podamos convivir, poco a poco el dolor desaparecerá, solo tómate el tiempo para sanar.

¿Triste por luto? lee esta reflexión

El duelo es un proceso que se vive física y emocionalmente, un camino que todo el mundo debe atravesar más de una vez a lo largo de su vida para poder reconstruirse y adaptarse nuevas situaciones.

Cualquier tipo de duelo, independientemente de la coyuntura que lo ha ocasionado, pasa por cinco etapas (Elisabeth Kübler-Ross en los 60s)

• Negación: lo más difícil es aceptar la pérdida o la situación extremadamente dolorosa, en esta etapa hay que tratar de controlar mucho lo que sentimos para no desbordarnos y terminar en un ataque de ansiedad.
• Ira: la sensación de impotencia florece y puedes originarse reproches propios o a terceros por lo que pudo o no pudo ser. Debemos ser cuidadosos con nuestras palabras y acciones para no lastimar a otros.
• Negociación: en esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte o la pérdida. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si…? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final. Es bueno reflexionar, pero no quedarse en el pasado. 

• Depresión: la tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, en la cual las emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido salen a flor de piel.
• Aceptación: una vez aceptada la pérdida, las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.

Cuando se produce la pérdida, el dolor es intenso se siente en el cuerpo, alma y corazón. Todo lo que nos recuerda a la ruptura nos hace sufrir. Aprender a transformar este sufrimiento, intensísimo, en un dolor que podamos aceptar, manejar y con el que podamos convivir, resulta fundamental para transitar por un duelo saludable.